segunda-feira, 9 de agosto de 2010

Títeres Porno, teatro de bonecos no CELCIT (Buenos Aires, Argentina)


Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral

1975-2010.

35 años al servicio del teatro argentino y latinoamericano

http://www.celcit.org.ar/

Cuatro únicas funciones

Títeres porno

Actores que a través de excitados muñecos desatan las fantasías más calientes

Grupo 69 a la cabeza

Dramaturgia, interpretación y dirección:

Mayra Carlos, Carolina Tejeda, Cecilia Villamil, Sebastian Terragni, Ariel Bottor

Realización de muñecos: Gustavo Garabito. Vestuario y escenografía: Javier Laureiro

"Títeres porno" es un espectáculo de sexo explícito entre muñecos. Los títeres de mesa tienen el protagonismo pero son manipulados por los actores que suman su expresión completando la escena. La propuesta combina humor y erotismo para abordar diversas fantasías pornográficas. Un permiso para jugar, reírnos y calentarnos con las fantasías sexuales más atrevidas. Una orgía inimaginable. Actores que, a la vista de todos, manipulan muñecos erectos, gimen, piden más y acaban, sorprendiendo al público con el porno en goma espuma.

69 a la cabeza se constituyó como grupo de trabajo, asumiendo una creación y dirección colectiva. A fines de 2003 estrenaron su primer espectáculo de títeres pornográfico en el restaurante afrodisíaco Te Mataré Ramírez y en el Pride Café. En 2005 estrenaron su segundo espectáculo “Títeres bien hot” haciendo temporada en diversos lugares de Buenos Aires y permaneciendo ininterrumpidamente en cartel hasta la actualidad.

Muñecos ardientes. El distanciamiento de protagonizar a través de los títeres hacen que los cinco muy formados actores que integran el grupo "69 a la cabeza" atraviesen sin pudores por variadas historias. Dos, por lo menos, resultan difíciles de olvidar: una, la Mujer Maravilla enredada sexualmente de manera salvaje con el Chapulín Colorado; dos, la intimidad de una pareja que atraviesa una mañana común y corriente hasta que un plomero toca la puerta. Hay un atractivo extra: ellos, los actores, sostienen los hilos de los personajes a la vista de todos y le meten vida y gestos a las historias.

"Nos seduce ese doble juego de estar presentes a la vista de todos, para quien quiera espiar el gesto y la actitud, y darles el poder a la vez a los muñequitos voluptuosos que son los que permiten contar historias porno en un lugar público", explican. El grupo ya tiene varios años. Carolina Tejeda, Mayra Carlos y Sebastián Terragni venían trabajando en show eróticos desde 1999. Carolina y Mayra conocieron a Cecilia en el espectáculo de títeres porno "12 polvos". La incorporación de Ariel Bottor terminó, finalmente, de armar el grupo. "La creación y la dirección es colectiva —aseguran— y es prioridad la improvisación nuestra a la hora de meternos en el marote del muñeco para entenderle las fantasías". Clarín

Sexo a la hora de la cena. Arriba del escenario, cinco actores vestidos de negro pero absolutamente visibles les dan vida sobre una mesa a unos muñecos grotescos, se diría incluso indecentes, y muy pero muy divertidos. Tienen sexo explícito, van directo a los papeles. Los muñecos. Como si fuera una parodia delirante de las películas pomo, van protagonizando escenas ultra XXX. Tal vez incomoda a los espectadores el hecho de que los actores no sólo emitan gemidos y obscenidades sino que pongan las caras que pondrían los muñecos si pudieran, aunque es un juego que hace al show todavía más interesante. Por suerte los vergonzosos son minoría, en general se prenden y festejan cada sketch con calurosos aplausos y arrumacos. Diego Jara. Revista Ñ

Muñecos para fantasías bien calientes. En la película ¿Quieres ser John Malcovich?, John Cusack interpreta a un titiriterio eximio aunque desocupado. Y marginado del "mundo real". En la Argentina, los titiriteros tienen algo de ese personaje. Hay muy buenos profesionales, gracias a las escuelas en Buenos Aires, Neuquén y el resto del país; sin embargo, el género es aún marginal dentro del teatro. Y si los títeres están destinados al público adulto, la difusión se hace aún más difícil.Sin embargo, en los últimos años —a partir del Festival de Títeres para Adultos— se fueron sumando las propuestas nocturnas, con muñecos que cuentan historias, sin niños cerca. Y con adultos como público.

Aquí suena Puedes dejarte el sombrero puesto, de Joe Cocker, inmortalizada en la película Nueve semanas y media. Un grupo de actores, vestidos con uniforme de policía, bailan y luego dan vida a la obra Títeres porno. "Actores que a través de excitados muñecos desatan las fantasías más calientes", se promociona la obra, que mezcla el humor, el erotismo y la sexualidad, con cuadros que juegan con el estereotipo clásico del policía, el doctor y el plomero.

"Somos la oveja negra de los títeres. Siempre se relacionó a este género con los chicos y las fiestas infantiles; nosotros venimos del teatro de actores y, de a poco, nos vamos metiendo en este mundo", cuenta Carolina Tejeda, una de las integrantes de la creación colectiva, que también hizo el sugerente espectáculo 12 polvos. "Hay mucha gente —agregó— que está haciendo títeres para adultos; la mayoría se vuelca a los shows para toda la familia. Hay pocos que son exclusivamente para adultos, como el nuestro." Diego Jemio. Clarín

Del 20 de agosto al 10 de septiembre

Viernes 21 hs.

Entrada: $ 40. Estudiantes y jubilados: $ 25.

CELCIT. Moreno 431. Reservas al 4342-1026

Más información: http://www.celcit.org.ar/

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